lunes, 11 de enero de 2016

Nuestra intervención en el Claustro de 2015

Con esta intervención queremos aportar nuestra visión de la Universidad de Zaragoza desde la perspectiva del PAS para que, junto con las demás visiones, componga una panorámica general que nos posibilite tener conciencia de lo que somos realmente y se convierta en un instrumento útil para la toma de decisiones por parte de los órganos de gobierno.

Desde este compromiso queremos evaluar una etapa que termina, coincidiendo con el final del mandato del actual Rector, y dirigir unas reflexiones al siguiente Rector.

A quienes van a iniciar un nuevo ciclo les ofrecemos nuestra colaboración, les pedimos que nos escuchen y que impulsen los instrumentos de participación.

Desde nuestro punto de vista, el mandato que ahora termina ha estado condicionado, al menos, por estos tres factores:


  • Un contexto socio-político marcado por los gobiernos estatal y autonómico, que han lanzado un ataque sin precedentes a la educación pública en general y a la universitaria en particular.
  • Un estilo de liderazgo del Rector que no ha buscado nuestra participación. Sin embargo, de forma inmediata hemos cerrado filas tras sus decisiones más controvertidas, como el plantón a Wert o la demanda a la DGA por el acuerdo de financiación.
  • Y el tercero, el cambio de papel de la Gerencia, nuestro interlocutor natural. La distribución de competencias en materia de planificación de los recursos humanos en las distintas áreas del Consejo de Dirección, ha supuesto el achicamiento del espacio de la Gerencia y ha dificultado el necesario diálogo entre el Equipo de Gobierno e importantes importante sector del PAS como el SICUZ, Ingeniería y Mantenimiento, Universa o el PAS de proyectos de investigación.



Estos condicionantes han agravado una situación difícil, que ha supuesto un serio deterioro de las condiciones en las que desempeñamos nuestras tareas y nos ha instalado en un clima de desconfianza innecesaria, ante los reiterados incumplimientos de lo acordado, y de desafección, ante la percepción de ser objeto de un trato diferente entre quienes somos iguales.

Este es nuestro rápido análisis sobre lo acontecido. Ahora nos hace falta conocer a dónde queremos llegar.

Entendemos que es necesario borrar el rastro de todos estos recortes que tan negativamente inciden en la calidad del servicio que prestamos. El más grave de todos es la altísima tasa de temporalidad. Por ello, lo primero que debemos hacer es estabilizar los puestos de trabajo, cubriendo, con carácter permanente, todas las plazas que se encuentran vacantes y normalizando los procesos de selección, provisión y movilidad. Es preciso superar esta “tasa de reposición” absurda, combatiéndola con instrumentos jurídicos y legislativos, tanto en Aragón como en el conjunto del Estado.

El nuevo equipo de gobierno no debe caer en la tentación de cuadrar las cuentas que necesita su nuevo proyecto, apoyándose en los recortes que “por imperativo legal” vulneran nuestros acuerdos. Si es necesario, editemos un nuevo Pacto sobre la base de la confianza que ofrece la transparencia y el cumplimiento de lo acordado, sobre la equidad que supone el igual cumplimiento de las normas para todos, y sobre la participación que supone compartir responsabilidades.


Muchas gracias

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